Todos somos testigos de la gran cantidad de cambios tecnológicos que se están produciendo en los últimos tiempos. Todo ello está cambiando nuestro modo de vida, nuestra forma de pensar y comportarnos, pero ¿Qué pasa con la educación de nuestros hijos?
La metodología educativa establecida en las escuelas data de hace más de 200 años, cuando aún no había teléfonos, ordenadores. Cuando todo se hacía en papel y los envíos o correos se realizaban por medio de transporte estándar. También era la época en el que y cuando la mayoría de nuestro conocimiento útil, se obtenía y almacenaba en los libros o aprendiendo datos de memoria.
Hoy en día, este proceso memorístico no es tan imprescindible porque siempre podemos consultar datos cuando lo necesitamos en la red. Ahora es mucho más importante el poder discernir, pensar y razonar. El aprendizaje se produce de una forma más autodidacta y autónoma y más motivante para el aprendiz. Es por ello, que están surgiendo metodologías de aprendizaje basado en proyectos, para resolver problemas, el pensamiento crítico y el aprendizaje cooperativo en las escuelas.