Normalmente, en juegos infantiles (para niños más pequeños) suelen ser personajes muy ejemplificadores y adaptados a la edad del niño. Además, en la etapa infantil, les encanta crear personajes fantásticos y divertidos y les gusta explorar múltiples posibilidades. Imaginar personajes es un juego en sí mismo para ellos y, recrear su entorno (su habitación, su mascota, disfraces y ropa chula…etc ), puede llegar a ser un reforzador muy potente que acompañe a sesiones educativas.
Los “Miis” de Nintendo, los personajes de Pocoyó, Lego o Peanut, son algunos ejemplos de apps para crear avatares.
En algunos juegos o metodologías gamificadas, los jugadores obtienen puntuaciones como premio a su desempeño en las actividades, tareas o juegos. Estos puntos obtenidos, pueden ser canjeables por accesorios para el avatar o para la ciudad o entorno virtual donde éste se encuentra. El usuario puede decorar, personalizar y modificar su avatar a su antojo y este proceso es altamente motivante y divertido para los jugadores. Es por ello, que es muy utilizado en diferentes apps y metodologías educativas para potenciar el efecto educativo del juego.