Esto se puede observar en la capacidad para resolver problemas en matemáticas, ya que se pierde en el orden que tienen que seguir para hacer las operaciones y también, para contar una historia en lengua, porque no ordena en pasos sucesivos las partes más importantes de la historia que tienen que resumir. Esto puede provocar problemas más adelante a nivel escolar.
En la vida cotidiana, puede tener problemas para seguir los pasos al poner la mesa o para preparar una merienda.
Esta dificultad para secuenciar, también estaría relacionada con la memoria funcional para ser capaz de seguir varias instrucciones seguidas. Por ejemplo, podría perder información o no llevar a cabo instrucciones cómo: “ve a tu habitación y coje el libro que está en la mesilla”
Muchos de estos niños, podrían tener además una dificultad para enfocarse y de atención. Se distraen con cualquier cosa mientras intentan seguir una instrucción.
Esta habilidad para hacerlo fácilmente, rápidamente y de forma eficaz, ha de ser entrenada desde edades tempranas a través de juegos y retos sencillos e ir incrementando su dificultad. En ocasiones, también se observan, algunas dificultades en el lenguaje perceptivos o en conceptos básicos como “alrededor” , “encima”, “debajo”, etc.
Para planear una acción, es necesario además, secuenciar o poner en orden estos pasos.